Ubicación Santiago de Surco
Año 1,998
Terreno 2,538 m2
Construída 875 m2

La familia era pequeña, pero los propietarios requerían muchos espacios y estaban abiertos a aceptar nuestras ideas. El terreno se encontraba en un cerro escarpado: hicimos un trabajo de sostenimiento de taludes y levantamos un muro de contención de 20m de altura. Planteamos una fachada de concreto visto liso, con detalles de concreto martelinado y contrazócalos de laja de piedra. Los muros interiores son de ladrillo king kong con tarrajeo empastado y pintura. La casa tiene 2 pisos con un nivel medio inferior. En ese nivel, ubicamos la sala de música, la cava, un gimnasio, unos depósitos y la terraza con piscina. El primer piso está compuesto por el vestíbulo, un escritorio, una sala, un comedor, otro comedor de diario, dos terrazas (una techada), un bar con parrilla, una cocina y despensa, y los estacionamientos. En la segunda planta, colocamos una sala de estar, un estudio, 3 dormitorios con 3 baños completos, y el dormitorio principal en el que incluimos baño completo, walking closet y una pequeña sala de estar.

El placer de hacer lo que se quiere. De explorar nuevas texturas, como el concreto caravista. De explotar la espectacular vista de Lima desde la altura de una temprana Casuarinas, a través de grandes ventanales y mucha transparencia. El riesgo de incorporar piezas impensadas, como el techo de grilletas de concreto en la sala principal; y de apostar por diferentes modos de construcción, como el uso del concreto martelinado, un acabado que se realizó a mano. El orgullo de considerar una casa como muestra de una arquitectura que también puede ser -que fue en algún momento para el estudio- un trabajo artesanal.