Edificio de 32 pisos. La normativa nos exigía un retiro posterior.
El edificio va retirándose gradualmente desde el sétimo nivel en adelante, con un ángulo aproximado de 7 grados. Escaleras, ascensores, equipos de aire acondicionado: todo tiene que adaptarse a la reducción de cada una de las plantas. Esa fue su principal complejidad.
"Muchas veces la normativa me parece un sinsentido, pero esos son los retos que se deben resolver".
Este era un proyecto cuyos propietarios habían tratado de sacar adelante, sin suerte, con otros arquitectos, y que estaba entrampado por la normativa: si bien se tenía el permiso para construir 32 pisos de cara a la avenida, la parte posterior del edificio caía dentro de una zona residencial y solo podía subir 7 pisos.
Los propietarios acudieron a Pragma para superar esa aparente contradicción. El estudio presentó un diseño que se eleva a su máxima expresión por un lado, y que va retrocediendo paulatinamente por el otro. Este es el edificio más alto construido por Pragma a la fecha.